Me da mucha alegría mencionarles sobre una persona que quise y siempre he querido demasiado.
Su nombre es Pureza Pacheco Morán o y es mi abuela.
Permítanme les cuento un poco de ella.
Pureza se educó de una familia conservadora y muy ligada a sus costumbres, pero eso no le permitió encontrar una habilidad muy propia, que requería de imaginación, creatividad y esmero.
No solo adquirió virtudes, tantas que se me es difícil encontrarle algún defecto, puesto que para mí era casi perfecta. Sin saber de medicina, a nosotros sus nietos nos curaba quién sabe como, sin tener un alto ingreso, alimentaba a un gran y numerosa familia, y todavía se daba tiempo para se “diseñadora de modas” ya que nunca encontró algo que le gustara al 100%, ella no compraba juguetes, LOS HACÍA con unos pedazos de tela, o material podía hacer en su mayoría (peluches) que pareciesen de tiendas departamentales, ella siguió mucho su instinto creativo, para hacer esta laboriosa artesanía, incluso pintaba en cerámica, e inlusooo teniendo artritis seguía haciendo tantos, hasta llenar toda su casa, incluso al llegar navidad era costumbre que asistíamos a su casa, y figuraba que estuviéramos en un museo, pues le gustaba decorar hasta el piso. Por eso yo la considero artista, sus creaciones fueron tantas que han llegado a pagar por ellas, tenía una gran habilidad que ni siquiera la artritis la pudo mantener quieta y esa constancia es digna de admirarse.
Para ti abuela, para ti, mis ojos verdes….
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