Por Jonathan Hodgson (E.U.)
Son solo 5 minutos y medio lo que tarda este cortometraje y de verdad esta bueno, si hay algo que me llega a llamar la atención es la pureza e inocencia de un niño, y no me refiero precisamente por que sean unos lindos angelitos, ni nada por estilo, pero es que ellos, son tan, livianos, transparentes, sencillos y creativos. No se, pero al madurar obviamente te das cuenta de muchas cosas y tu mente es un perfecto hecho que no volverá hacer como antes, ahora solo nos preocupamos por nosotros y a todo lo que estamos esclavizados.
la breve trama de unos niños que juegan libremente en un jardín donde cerca vive un hombre, en palabras de gente mayor: borracho, grosero, desalineado, flojo, etc etc. en mente de los niños, prácticamente un paraíso de juegos y el hombre de los ojos mas bonitos jamas vistos. acto seguido, encuentran el lugar y la casa incinerada, no se sabe dónde esta el hombre y mucho menos que lo generó, los niños creyeron que sus padres se pusieron de acuerdo para incendiarla, todo por la envidia a este hombre, desde ahí tienen miedo, miedo del rechazo, de ser diferente y sobretodo en que muera la gente injustamente, seria bueno "pensar en ello"...
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